En estos días de vacaciones, donde la diversión y el aprendizaje no conocen límites, los padres se...
Cómo administrar mi dinero: Importancia de la planificación financiera
En tiempos de crisis, todo se vuelve más complicado. Contar con estabilidad y salud financiera, por ejemplo, se convierte en uno de los mayores retos y deseos de las personas.
Para estar preparados para este tipo de imprevistos es necesario aprender a administrar el dinero de forma correcta.
Es común pensar que tener más dinero será la solución a todos los problemas y preocupaciones, sin embargo, las cosas no son tan sencillas.
Descubre cómo una adecuada planificación financiera puede transformar tu vida económica y proporcionarte seguridad a largo plazo.
Comprender los fundamentos de la planificación financiera personal
La planificación financiera personal es un proceso que te ayuda a gestionar tus ingresos, gastos y ahorros de manera eficiente.
Al comprender los fundamentos de la planificación financiera, puedes tomar decisiones informadas que te permitirán alcanzar tus objetivos económicos a corto y largo plazo.
Este proceso implica la evaluación de tu situación financiera actual como:
La identificación de tus necesidades y la elaboración de un plan detallado que abarque aspectos como el ahorro, la inversión y la gestión de deudas.
Establecimiento de metas financieras claras y alcanzables
El primer paso para una planificación financiera exitosa es establecer metas claras y alcanzables, pueden variar desde ahorrar para un viaje, comprar una casa, hasta planificar tu jubilación.
Es importante que estas metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido.
De esta manera, podrás monitorear tu progreso y hacer ajustes según sea necesario para mantenerte en el camino correcto.
Pasos básicos para administrar mejor el dinero
1. Seguir buenos hábitos
Todas las personas tienen una determinada manera de relacionarse con el dinero.
Es posible adquirir buenos hábitos de padres o familiares, pero también existen aspectos que se deben mejorar en la relación con él.
Por eso, como primer paso, la recomendación es reflexionar y analizar cómo se está usando el dinero:
¿Se está gastando más de lo que se gana? Lo ideal es que las deudas no rebasen el 30% de los ingresos mensuales.
2. Reconocer los gastos
La principal sugerencia es agrupar los gastos en dos categorías: las necesidades y los deseos.
Podemos decir que las necesidades son aquellos gastos que se hacen mensualmente para mantener un estilo de vida, por ejemplo, el pago de la luz, el alquiler, la educación, la comida, etc.
Los deseos, por otro lado, se refieren a los gastos que van más allá de las necesidades.
Cada uno establece sus necesidades y deseos de acuerdo a su estilo de vida y forma de relacionarse con el dinero.
Por ejemplo, ahora con el home office, una laptop y WiFi son herramientas imprescindibles para trabajar, estos elementos que se consideraban deseos pasan a convertirse en necesidades.
3. Separa al menos el 10% de tus ingresos cada mes
Un consejo útil es que antes de pagar los gastos fijos, lo que denominamos como necesidades, es recomendable tratar de reservar al menos el 10% de los ingresos para invertirlo.
El objetivo no es sólo ahorrar dinero por un período de tiempo hasta poder gastarlo en algún deseo, sino aplicar ese valor para que rinda intereses y se convierta en un patrimonio importante en el futuro.
Al principio puede ser difícil “abandonar” ese 10%, pero el resultado a largo plazo valdrá la pena y en menos de un año se comenzarán a ver los resultados.
4. El banco como aliado
A lo largo de la vida, las necesidades y los deseos cambian, esto significa que, en determinados momentos, las personas necesitarán más dinero que el que reciben mensualmente.
El camino más seguro para obtenerlo es con el sistema financiero que cuenta con productos de ahorro y crédito para ayudar a que la relación de una persona con el dinero sea provechosa.
Cuando una persona se acerque a un banco, debe hacer la mayor cantidad de preguntas para no tener duda sobre los beneficios que se reciben y los compromisos que se asumen.
5. Cuidar el historial crediticio
En el momento que un banco presta dinero, ya sea a través de una tarjeta de crédito, un préstamo personal o un crédito hipotecario, se crea un perfil del solicitante para saber si se pagan las obligaciones a tiempo.
Ese es el historial crediticio y resulta decisivo para establecer una sana relación con la entidad financiera.
Estar al día en los pagos de los préstamos permite acceder a mayores posibilidades de seguir siendo sujeto a crédito.
Estrategias para el manejo de deudas y mejora del crédito
El manejo de deudas es un componente vital de la planificación financiera, tener un plan claro para pagar tus deudas puede liberarte de cargas financieras y mejorar tu situación económica.
Existen varias estrategias que puedes implementar, como:
El método de la bola de nieve, donde pagas primero las deudas más pequeñas, o el método de la avalancha, donde te enfocas en las deudas con mayores tasas de interés.
Además, mejorar tu puntaje de crédito es fundamental para obtener mejores tasas en futuros préstamos y acceder a mayores oportunidades financieras.
Cuando administras tu dinero y cuidas de tus finanzas, tu historial crediticio se convierte en un aliado poderoso. Con ese respaldo, puedes solicitar un crédito hipotecario que te acerque a la casa de tus sueños.
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