Comprar una casa es una oportunidad que se ha abierto para todos gracias a la existencia de un sistema de crédito alternativo a los tradicionales: el autofinanciamiento inmobiliario, una modalidad que fue diseñada para aquellas personas que por diversas razones no pueden cumplir con los requisitos que exigen los bancos o que trabajan de forma independiente para solicitar y ser candidatos a recibir un crédito hipotecario.
Una de las mejores formas de invertir se encuentra en el sector inmobiliario mediante la adquisición de una propiedad. Y es una gran oportunidad para todas las personas que están pensando en formar un patrimonio a través de la compra de una casa o departamento.
Durante muchos años, en nuestro país el INFONAVIT (creado en 1972) y el ISSSTE (creado en 1959) fueron las únicas alternativas de financiamiento inmobiliario para que los trabajadores del sector privado y público, respectivamente, pudieran adquirir una casa. Para 1980, la banca comenzó a ganar popularidad entre la gente también en el tema de financiamiento para comprar casa.
En el mercado mexicano existen diversas opciones de financiamiento que han sido desarrolladas para todos aquellos que están decididos a adquirir una propiedad sin que tener que aportar grandes cantidades de dinero (que tal vez no tienen), en un momento en el que su demanda y costo están al alza, para que sea más sencillo el realizar ese deseo de comprar una casa o departamento.
Antes de tomar una decisión de compra de forma definitiva, es indispensable conocer todos los aspectos y requisitos de las distintas modalidades de crédito que están disponibles y que pueden adecuarse principalmente a nuestros ingresos, perfil laboral y capacidad de endeudamiento.
Existe un esquema ideal para hacerlo, debido a que este no se ve afectado por las tasas de interés que se ofertan en el mercado, no se cobran intereses y lo más importante es que pueden participar todo tipo de personas, por ejemplo, aquellas que no pueden comprobar ingresos o que no poseen un historial crediticio con alguna entidad bancaria: el autofinanciamiento inmobiliario, que se creó como una oportunidad para poder adquirir casa, con un plan a la medida o adaptado a las necesidades y posibilidades de las personas.
Las empresas que se encargan de ofrecer los servicios de autofinanciamiento deben tener un contrato de adhesión registrado en la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la autorización de funcionamiento expedida por la Secretaría de Economía (SE) y deben estar reguladas por el Banco de México. Se puede comprobar la validez del contrato ingresando en el Buró Comercial de la PROFECO el número de registro del contrato. Para conocer lo referente a la autorización por parte de la SE, se puede visitar la página del Centro de Contacto Ciudadano.
No se trata de un crédito porque no existe el cobro de intereses ordinarios debido a que los propios integrantes del grupo son quienes se financian entre sí. Mediante un únicamente se pueden adquirir únicamente muebles nuevos o inmuebles destinados a la habitación o uso como locales comerciales, oficinas, bodegas, etc., así como la prestación de servicios para la construcción, remodelación y ampliación de inmuebles.
Para poder ingresar a un grupo de autofinanciamiento, generalmente se pide entre 1.5% y 2% del monto del financiamiento solicitado, posteriormente se realizarán los pagos de forma mensual durante los meses contratados. También pueden solicitar la contratación de un seguro de vida y de desempleo, y el pago de los costos de administración.
Si se trata de un autofinanciamiento inmobiliario, una vez obtenido, el inmueble será asegurado contra daños y quedará como garantía en beneficio de las demás personas en el grupo o fideicomiso.
En este esquema, las figuras que conforman el grupo se definen de la siguiente manera:
El sistema de autofinanciamiento es un modelo económico que bien aplicado y con la debida supervisión, lo convierte en una de las mejores opción para adquirir una casa. Así como para muchos es una alternativa que ha valido la pena, para otros es una opción que deben explorar y conocer, preguntar e investigar a fondo sobre las empresas, productos y contratos. Mientras mejor informados estemos le daremos un mejor a nuestro dinero.
El cambio en la dinámica de la economía ha hecho que gran parte de los clientes actuales de este esquema sean comerciantes y profesionistas independientes, debido a que se encuentran “en desventaja” porque no pueden comprobar ingresos o les resulta complicado poder reunir todos los requisitos para obtener un crédito, y optan por el esquema de autofinanciamiento para cumplir esa meta de vida que les dará estabilidad y seguridad: comprar una casa.
En un autofinanciamiento inmobiliario, los integrantes del grupo aportan una cuota mensual dependiendo del monto del financiamiento que solicitado, y una vez al mes uno de los integrantes recibe el dinero que se destinará para la adquisición de inmuebles, ya sea habitacional o para uso comercial, así como servicios de construcción, remodelación y ampliación de inmuebles.
Para poder disponer de dicho bien tienen que realizarse eventos de adjudicación, cuya periodicidad deberá ser establecida en el contrato. Y los recursos son entregados a los participantes mediante las siguientes formas:
A las personas que soliciten formar parte de este esquema, se les solicitará una identificación oficial y un comprobante de domicilio; después elegirán el plan que más se adapte a sus necesidades y finalmente se inscribirá al sistema de la firma que elija.
El proceso de adjudicación dependerá del plan que elijan. Aquellas personas que pueden dar un enganche, tienen la adjudicación garantizada. Y los grupos se cierran al momento en que todos han recibido su dinero.
También debemos asegurarnos de que el contrato de adhesión contenga lo siguiente:
Antes de firmar el contrato de adhesión, la PROFECO recomienda tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
Es muy importante saber que, así como tienes obligaciones que cumplir, también tienes derechos que puedes hacer valer ante la PROFECO, en caso de que sea necesario:
Hay que tomar en cuenta que en el autofinanciamiento, el proveedor no tiene derecho a solicitarles ninguna cantidad de dinero, sin que antes todas las partes hayan firmado el contrato de adhesión correspondiente, mismo que debe tener el número de registro que le fue otorgado por la PROFECO.
Todos los que forman parte de un sistema de comercialización estarán obligados a cubrir su cuota periódica total, de administración y, en si es el caso, una aportación extraordinaria de inscripción, cesión de derechos, y de sustitución voluntaria de la propiedad. Estas cantidades o porcentajes deberán de ser fijas e iguales y no podrán ser modificados durante la vigencia del contrato.
Cada vez son más las personas que buscan otras alternativas que no se encuentren catalogadas como banca ordinaria o instrumento del estado, para tener acceso a bienes y servicios, y uno de ellos es precisamente adquirir una propiedad, ya se para rentarla o para vivir en ella.
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