Adquirir una casa es uno de los pasos más importantes en la vida de cualquier persona. Es una inversión grande, emocional y financiera, que merece estar protegida desde el punto de vista legal.
Por eso, las escrituras de una casa son documentos fundamentales. No se trata solo de un papel: son la prueba legal de que tú eres el propietario legítimo del inmueble.
Pero, ¿cómo son las escrituras de una casa?, ¿qué incluyen?, ¿para qué sirven? y ¿cuál es el proceso para obtenerlas? En este blog te explicamos todo lo que necesitas saber.
Las escrituras son un documento legal que acredita que una persona es dueña de una propiedad.
Se elaboran a través de una escritura pública, firmada ante notario, en la que se detallan todos los elementos de la compraventa o transmisión del bien inmueble.
Este documento contiene información clave como:
Una vez firmada la escritura, se convierte en el título de propiedad, es decir, el documento que comprueba que tú eres el dueño legal de ese terreno o vivienda.
Tener las escrituras te da certeza jurídica.
Esto significa que la propiedad está registrada a tu nombre y que puedes disponer libremente de ella: habitarla, rentarla, venderla, heredársela a tus hijos, entre otras cosas.
Entre sus principales beneficios están:
El notario se encargará de redactar la escritura con base en los documentos y la información proporcionada por ambas partes.
Este documento legal incluirá:
Este documento será firmado por todas las partes y el notario, y después de eso, se realiza su inscripción oficial.
El proceso para obtener las escrituras de una casa o terreno implica varios pasos, y la intervención obligatoria de un notario público.
Aquí te explicamos cómo es el proceso:
El comprador y vendedor deben entregar documentos como:
El notario calculará todos los gastos que se deben cubrir, como:
Estos costos pueden representar entre el 4% y 7% del valor del inmueble.
Una vez que todo está listo y se cubren los pagos correspondientes, se realiza la firma de la escritura ante el notario. En este acto participan el comprador, el vendedor y el notario.
El notario da fe del acto jurídico, confirma que todo se hizo conforme a la ley y que ambas partes están de acuerdo con lo estipulado.
Una vez firmada la escritura, el notario se encargará de inscribirla en el Registro Público de la Propiedad, lo cual puede tardar varias semanas.
Esta inscripción es fundamental porque formaliza y hace oficial tu propiedad ante el Estado.
Aunque depende del lugar y la carga de trabajo del Registro Público, normalmente el proceso completo puede tomar entre 4 y 8 semanas después de la firma.
Una vez lista, el notario te entregará el documento original, que debes guardar con mucho cuidado.
No escriturar implica riesgos importantes:
Es decir, no tener la escritura pública es como vivir en casa ajena sin certeza jurídica.
Las escrituras de una casa no solo son un requisito legal, son la base que garantiza que tu inversión está protegida. Este documento formaliza el traspaso de propiedad y te da el poder legal sobre tu terreno o vivienda.
Aunque el proceso implica cubrir impuestos y honorarios, y puede tomar tiempo, los beneficios superan ampliamente el esfuerzo.
Además, el notario se encargará de guiarte en cada paso, verificar los documentos y garantizar que todo se haga conforme a la ley.
¿Ya compraste casa? ¡Felicidades! Pero ojo: sin escritura, no es tuya legalmente. El verdadero cierre no es cuando recibes las llaves, sino cuando firmas ese documento legal.
Este y otros procesos que requieras para estrenar tu casa, los puedes hacer con ayuda de un asesor de Compra Fácil, para simplificar tu proceso de compra y así dediques más tiempo a disfrutar tu nuevo espacio.
¡No dejes tu patrimonio en el aire! Asegúralo legalmente con tu escritura.