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El crédito es una herramienta financiera que puede ayudarte a alcanzar objetivos importantes: desde adquirir productos básicos hasta hacer crecer un negocio o comprar una vivienda.
Pero no todos los créditos son iguales. Conocer los distintos tipos te permite tomar decisiones informadas, utilizar el crédito a tu favor y evitar complicaciones innecesarias.
A continuación, te explicamos los principales tipos de crédito y cómo se utiliza cada uno, incluyendo el crédito más común y el crédito comercial.
¿Qué es un crédito?
Un crédito es un acuerdo en el que una entidad financiera presta dinero a una persona o empresa, con el compromiso de que ese dinero será devuelto en un plazo determinado, generalmente con intereses.
Existen varios tipos de crédito según su uso, plazo, forma de pago y garantías requeridas.
1. Crédito personal
Es el crédito más común entre los consumidores. Se otorga a personas físicas para cubrir necesidades como compras importantes, viajes, emergencias o consolidación de deudas.
No está ligado a un uso específico y normalmente se ofrece sin garantía, por lo que el historial crediticio del solicitante es clave para la aprobación 1.
Cómo se usa: Puedes solicitarlo directamente en bancos, fintech o instituciones financieras. El monto, tasa y plazo varían según tu capacidad de pago y perfil financiero.
2. Crédito automotriz
Se otorga para la compra de vehículos nuevos o seminuevos. El automóvil queda como garantía del préstamo.
Este tipo de crédito es común tanto en agencias como en bancos o financieras especializadas 2.
Cómo se usa: Debes presentar comprobantes de ingresos, identificación oficial y en algunos casos un enganche. La tasa y plazo dependerán del valor del auto y tu perfil financiero.
3. Crédito revolvente
Un ejemplo claro de este tipo de crédito es la tarjeta de crédito. Tiene un límite establecido, y conforme pagas lo que usas, se renueva el saldo disponible.
Es flexible y práctico, pero también fácil de descontrolar si no se maneja con responsabilidad 3.
Cómo se usa: Se recomienda usarlo para gastos cotidianos que puedas cubrir al mes siguiente, aprovechar promociones a meses sin intereses y evitar el pago mínimo para reducir intereses.
4. Crédito de nómina
Este crédito se otorga a personas asalariadas, y los pagos se descuentan directamente de su nómina.
Debido a que el banco tiene asegurado el cobro, es más fácil de obtener y suele tener tasas más accesibles.
Cómo se usa: Ideal para emergencias o necesidades puntuales. Es importante revisar bien las condiciones, ya que el descuento mensual puede afectar tu liquidez.
5. Crédito comercial
El crédito comercial se otorga a empresas o emprendedores para financiar operaciones, capital de trabajo o inversión en activos.
Puede adoptar varias formas: líneas de crédito, crédito simple, arrendamiento financiero, entre otros. Es clave para el crecimiento y la estabilidad financiera de un negocio.
Cómo se usa: Las empresas deben presentar estados financieros, proyecciones y demostrar viabilidad. El crédito comercial permite cubrir pagos a proveedores, adquirir inventario o expandir operaciones.
6. Crédito hipotecario
Este tipo de crédito está diseñado específicamente para la adquisición de vivienda.
Puede usarse para comprar casa nueva o usada, construir en terreno propio o refinanciar hipotecas existentes. El inmueble adquirido queda como garantía hasta que se liquide el préstamo.
Cómo se usa: A través de instituciones como Infonavit, FOVISSSTE, bancos o entidades hipotecarias. Es ideal para quienes buscan invertir en patrimonio a largo plazo.
7. Crédito estudiantil
Está destinado a cubrir los gastos de estudios universitarios o de posgrado. Algunas instituciones ofrecen períodos de gracia para comenzar a pagar hasta después de egresar.
Cómo se usa: Puede ser solicitado por el estudiante o los padres, según el caso. Existen opciones gubernamentales y privadas con diferentes condiciones de pago e intereses.
Conclusión
Entender los diferentes tipos de crédito es esencial para manejar tus finanzas de forma inteligente.
Ya sea que busques el crédito más común para cubrir una necesidad personal o un crédito comercial para impulsar tu empresa, lo más importante es usar esta herramienta con responsabilidad.
Un crédito bien utilizado puede ser una palanca poderosa para alcanzar metas personales o profesionales.
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Referencias:
2 Llanos, J. R. (2010). Auto Finanzas de los Andes: empresa de crédito automotriz.
